SÍNTESIS:
“LA OBESIDAD EN MÉXICO”
La obesidad es una
enfermedad no transmisible, crónico degenerativa, en donde existe un aumento
anormal en la proporción de los adipocitos del tejido celular subcutáneo del
organismo, que se debe principalmente a un trastorno de la alimentación; está
caracterizado por el exceso de peso corporal con un IMC mayor de 30 kg/m2 y es
reconocido actualmente como uno de los principales retos de Salud Pública en el
mundo, dada su magnitud, la rapidez de su incremento y el efecto negativo sobre
la salud del individuo que la padece.
Se puede clasificar
en obesidad endógena debida a una discapacidad metabólica por alteración del
sistema endocrino (situación menos frecuente en nuestro país), y en obesidad
exógena que es debida a la ingesta calórica superior a las necesidades
metabólicas del organismo (la más frecuente en México).
Los factores de
riesgo involucrados en la aparición de la obesidad son: la propensión genética,
una alimentación aumentada en cantidad, inadecuada, desbalanceada, no variada, así
como, estados emocionales relacionados con el estrés como ansiedad, y la falta
de ejercicio aeróbico libre o dirigido.
En las sociedades
modernas actuales, en donde se han adoptado conductas de riesgo como el consumo
de dietas hiperenergéticas (abundantes en carbohidratos refinados y grasas)
aunado al sedentarismo, y las condiciones de vida de las ciudades que favorecen
los estados emocionales alterados, han contribuido a incrementar la incidencia
y prevalencia de la obesidad.
Por otra parte, la
obesidad en sí se relaciona con otras enfermedades cardiovasculares como
ateroesclerosis e hipertensión arterial y várices; problemas osteoarticulares a
nivel de columna vertebral y extremidades inferiores, y por supuesto, con la
Diabetes Mellitus tipo 2; transformándose la obesidad en un factor de riesgo
par estas otras situaciones patológicas.
México no está exento a
esta situación, en donde se han adoptado estilos de vida que incluyen todos los
factores de riesgo, haciendo que la OMS notifique para el 2010 que nuestro país
ocupa el segundo lugar mundial de obesidad, incluido las edades escolares, lo
cual repercutirá en la calidad de vida de estas generaciones, en los aspectos socioeconómicos y productivos
de la nación, así como de políticas de salud; por tal motivo es considerado un
grave problema de Salud Pública.
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